El novillero peruano Joaquín Galdós cortó una oreja en su presentación
en Villahermosa (Ciudad Real), hizo el paseíllo en solitario ante una novillada
de peso del hierro Castillo de Montizon propiedad de Samuel Flores. Joaquín dejó ver una vez más el buen momento
en el que se encuentra ante estos morlacos que pesaron hasta 520 kilos, faenas
de mucho temple, perdió los trofeos, pinchó la puerta grande.
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